¡Tienes un excelente!

¿Recuerdas cuando hace varios años atrás la seño de la escuela corregía con esta nota? ¡excelente! (incluidos los signos de exclamación que le daban una acentuación mejor al significado) que orgullo era tener una nota asi en nuestro cuaderno, significaba que habíamos hecho bien la tarea, que la señorita estaba muy conforme con lo que habíamos hecho. Ahora, si Dios tuviera que calificar nuestro trabajo en su obra, ¿que nota crees tú que Él te pondría? ¿sería un excelente?. 

Pero si te preguntas que es lo que Dios considera a la hora de calificar tu trabajo, lee conmigo Éxodo 31 y luego mira los detalles a continuación:

1. V.2 Dios escogió a Bezaleel para llenarlo del Espíritu de Dios… esto es clave, lo que el será llamado a hacer en los siguientes versículos es de naturaleza espiritual… como probablemente sabes, este hombre fue la cabeza del proyecto de construcción del tabernáculo, el arca, los utensilios y todo el ropaje sacerdotal. Hmmm… la excelencia en lo que haces al ministrar es un valor espiritual que surge de adorar al Rey, no un alineamiento con la cultura de calidad que el mundo enseña. ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?

2. V.3 Esta “llenura del Espíritu” Antiguotestamentaria era en 4 áreas: A. En Sabiduría (para lograr la calidad debida tenía tomar buenas decisiones en lo que hiciera) B. En Inteligencia (para lograr la calidad debida tenía que saber resolver los problemas que se encontrara) C. En Ciencia (para lograr la calidad debida tenía saber bien lo que estaba haciendo) y D. En Arte (para lograr la calidad debida tenía que saber plasmar con hermosura su trabajo… no solo logrando la funcionalidad de su obra, sino la belleza estética) ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?

3. V.4 Bezaleel recibió este don espiritual a fin de estimular su creatividad. Piénsalo. Me parece que a Dios le interesan las cosas bien hechas… con creatividad.

4. V.5 Este Bezaleel tenía que producir su obra con artificio. Esta es una palabra interesante en español que quiere decir (entre otras definiciones) “el arte, la habilidad o el ingenio con que se hace algo” “el predominio de la elaboración artística sobre la naturalidad”… la palabra en Hebreo (melâ’khâh) describe la habilidad de un artesano… contiene la idea (una vez más) de mucha calidad. ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?

5. V.6 Un tal Aholiab es también incorporado al equipo de trabajo (la obra de Dios siempre se hace en equipo… especialmente si quieres hacerla con calidad)… en este caso, Dios también añade un concepto interesante al decir “he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado”… esto de la calidad es algo que requiere la toma de decisiones correctas en el corazón de cada uno… ¡nadie puede hacer que obres con excelencia sino tú mismo!… hmmm… la excelencia es entonces una decisión personal. ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?

6. Los versículos 7 al 11 listan al menos 17 áreas en las que el equipo de Bezaleel trabajó… áreas que incluyen carpintería, talabartería, ingeniería, perfumería, costura, metalurgia, orfebrería, etc., etc… y Dios quería la excelencia en todas y cada una de ellas. Creo que el que quiere ser excelente en un área, tendrá la actitud de la búsqueda de la calidad en todas las demás áreas igualmente. ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?

No se a ti… pero a mí me desafía un pasaje como este.

Recuérdalo, la excelencia en el ministerio no es un valor secular que proviene del mundo de los negocios y la alta gerencia. No somos IBM, Pizza Hut, General Motors o cualquiera de las grandes empresas de este mundo. Somos la Iglesia. Adoramos a alguien superior a lo que la mejor organización de este planeta puede algún día siquiera soñar con adorar… la excelencia en el ministerio (y en todo lo que los seguidores del Rey hacemos) es un resultado directo de la adoración a un Dios excelente.

Perdona que me repita, pero… ¿Buscas la excelencia en lo que haces para Dios?