martes, 27 de junio de 2017

CUANDO LA CIENCIA TE DICE YA NO HAY NADA QUE HACER...


LA RECETA DE BELLEZA


JESÚS ES LA MEJOR HISTORIA QUE TOCÓ MI CORAZÓN


HAGAN TODO POR POR EL Y PARA EL


ESTA MI ALMA APEGADA A TI, TU DIESTRA ME HA SOSTENIDO


LA TRIBULACIÓN PRODUCE PACIENCIA Y LA PACIENCIA, PRUEBA..


SI QUIERES GUIAR A OTROS A JESÚS








Hombres de poca fe


domingo, 25 de junio de 2017

HE AHÍ EL SECRETO

Y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Hay un no se que indecible que se refleja en aquel que camina con Dios.
Ya en su rostro, en su decir o en su manera de ser. No se hace necesario que ellos pregonen que caminan con Dios y que viven cerca de El. 

Aun más, los que viven esta maravillosa experiencia la sienten, pero la callan. En el momento en que ellos se dieran a publicarla perdería toda su gracia. Además, las palabras resultan un instrumento muy inadecuado para expresarla y transmitirla a otros. Es a través de la vida que se vive como se demuestra.

A Swedenborg, aquel místico sueco, brumoso y misterioso, que decía tener amistad con los ángeles, se le acerco un amigo y le dijo: - Yo también soy amigo de los ángeles -. A esto el místico le contesto: - Quien es amigo de los ángeles debe parecerse a un ángel -. Así también decimos: quien camina con Dios debe llevar un halito de la Presencia divina en su vida.

Un muchacho, que navegaba por el mundo en un buque mercante, llegaba a su casa una que otra vez en el año cuando su buque tocaba el puerto de la ciudad donde Vivian sus padres. 

En una ocasión, a poco llegar, le dijo a su padre: - No se lo que sucede, pero cada vez que llego a casa encuentro a mama mas bonita -. El padre le respondió: - Lo que sucede es que tu madre ora mucho por ti mientras tu estas viajando por el mundo -. He ahi el secreto. Una vida en comunión con Dios. 

En los tiempos de la iglesia primitiva, la gente aun cuando sabían que los discípulos eran hombres sin letras y del vulgo, con solo verlos reconocían que habían estado con Jesús. Había algo en ellos que lo revelaba. 

No se puede caminar con Dios sin que lo reflejemos en nuestra conducta, en nuestro carácter, en nuestro trato con nuestros semejantes. No se puede vivir cerca de esa Presencia sin que esa luz que llevamos dentro irradie hacia fuera e ilumine la oscuridad que nos rodea.

Cuanto necesita el mundo de esta luz ! 

ES FÁCIL LUCIR PERFECTOS


Mi Princesa... ESTOS VERSÍCULOS SON PARA TÍ

Serás en la mano del Señor como una corona esplendorosa,
    ¡como una diadema real en la palma de tu Dios!
Ya no te llamarán «Abandonada»,
    ni a tu tierra la llamarán «Desolada»,
sino que serás llamada «Mi deleite»;
    tu tierra se llamará «Mi esposa»;
porque el Señor se deleitará en ti,
    y tu tierra tendrá esposo.
Como un joven que se casa con una doncella,
    así el que te edifica se casará contigo;
como un novio que se regocija por su novia,
    así tu Dios se regocijará por ti. Isaías 62: 3-5

sábado, 24 de junio de 2017

EL VERDADERO INDICADOR DE NUESTRO CARÁCTER CRISTIANO


LA VOLUNTAD DE DIOS


TAL VEZ LAS COSAS NO SEAN EXACTAMENTE COMO TE PARECE

Una muchacha aguardaba su vuelo de trasbordo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compró un paquete de galletitas.
Se sentó en un sillón en la sala VIP para poder descansar y leer en paz. Al lado de la bolsa de galletitas se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer.

Cuando ella tomó la primera galletita, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada.

Apenas pensó: "Pero, ¡qué descarado! Si yo estuviese más dispuesta le daría un golpe en un ojo para que nunca más se le olvide".


Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una.

Aquello la tenía tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba solo una galletita, pensó: "Ah... ¿qué será lo que este abusador va a hacer ahora?"

Entonces el hombre dividió la última galletita por la mitad, y dejó la otra mitad para ella. ¡Ah! ¡Aquello era demasiado! ¡Se puso a bufar de la rabia! Entonces cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque.

Cuando se sentó, confortablemente, ya en el interior del avión, miró dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletitas estaba allí...¡todavía intacto, cerrado! Sintió mucha vergüenza.

Solo entonces advirtió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolsa...!

El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado ni alterado, mientras que ella quedó muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había más tiempo para explicar... ni para pedir disculpas.

¿Cuántas veces, en nuestras vidas, comemos las galletitas de los demás y no estamos conscientes de ello? ¡Antes de llegar a una conclusión, observa mejor!

¡Tal vez las cosas no sean exactamente como te parece!

No pienses lo que no sabes acerca de las personas.

Existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:

Una piedra, después de haber sido lanzada. 
Una palabra, después de haber sido proferida 
Una oportunidad, después de haberse perdido 
El tiempo, después de haber pasado. 

JESÚS INTERCEDE POR TI CUANDO FALLA TU FE


SEPARADOS DE MI NADA PODÉIS HACER


lunes, 12 de junio de 2017

CUANDO DIOS TE EMPUJA A LOS LÍMITES..


LAS PRUEBAS DE HOY SON LA BASE DE TU BENDICION


¿QUIÉN VA CONTIGO EN LA BARCA?


VIVE TU VIDA DE MANERA QUE VALGA LA PENA LO QUE ÉL HIZO POR TI

Creo que nosotros hemos tomado demasiado en broma lo que Dios tomó demasiado en serio. 
En la película : Salven al soldado Ryan hay dos escenas que te llegan al corazón.

La primera es una escena que muestra la realidad de la guerra en toda su crudeza. 


La otra escena se encuentra al final del rescate, cuando muchos han muerto para lograr el salvamento del soldado Ryan, el comandante del grupo de soldados que finalmente le abrieron el camino hacia la libertad y salvación, quedó gravemente herido, tomó de la ropa al soldado que ni las manos había metido y le dijo: “Vive de tal manera que haya valido la pena todo lo que se hizo por ti”.

Inmediatamente viene a nuestra mente Jesús en la cruz del Calvario. Por supuesto que la comparación de eventos es por demás insuficiente, pero el hecho del sacrificio se da en ambos casos.

Tengo la seria sospecha de que muchos cristianos no estamos viviendo a la altura del precio que se tuvo que pagar en la cruenta cruz, el sacrificio para que ahora podamos ser verdaderamente libres, podamos tener comunión con Dios y contar con un lugar diseñado por Jesús, donde pasemos el resto de la eternidad con Él. 

Creo que nosotros hemos tomado demasiado en broma lo que Dios tomó demasiado en serio. Ante lo que Jesús hizo por cada uno de nosotros al arribar a la tierra y terminar sus días en una cruz romana, considero que lo mejor que podemos hacer ahora es “vivir de tal manera que haya valido la pena”.

LOS VENCEDORES NO SE RINDEN

La distancia se hizo más larga que de costumbre. Al menos así le pareció al español Luis Arroyo mientras sus pasos golpeaban duro y con firmeza sobre la pista de tartán. Su corazón se agitaba con fuerza.
Sentía cada latido golpeando las sienes. Estaba consciente de que se jugaba su futuro como deportista. En las tribunas, decenas de personas vitoreaban. No le importó el calor ni el sudor que corría por su rostro. Sólo tenía un propósito: ganar la carrera.

--Felicitaciones, lo lograste de nuevo, campeón—le gritó con entusiasmo el entrenador, al final de la competencia. Se le acercó y le prodigó varias palmadas afectuosas.


--Pensé que jamás iba a llegar...—musitó el joven atleta mientras se apuraba un trago de agua que le pareció como un torrente incontenible. Había terminado exitosamente la competencia en los Mundiales de Atletismo celebrados en Francia.

Mientras caminaba hacia la tribuna, recordaría los meses que pasó esforzándose por largas jornadas con el propósito de dar lo mejor de sí en la convocatoria. A pesar de ser invidente, desde niño se había fijado la meta de ser el mejor, y fruto de su dedicación y perseverancia, lo estaba logrando. Vendrían nuevos retos, nuevos triunfos, nuevos escalones...

Vivir no es fácil. Constituye un reto. Siempre enfrentaremos obstáculos. Forman parte de la existencia misma. Y sólo encuentran reposo, tranquilidad y realización, quienes aprenden a sobreponerse a los tropiezos. Nada ni nadie nos pueden llevar a renunciar a las metas, sueños y esperanzas, y menos a nuestra disposición de cambio. La decisión es personal. Y sólo quienes perseveran llegan a la meta.

La historia del atleta invidente Luis Arroyo nos lleva a reflexionar en nuestra condición de hombres y mujeres llamados a vencer. Debemos seguir adelante, sin desistir. Cuando sienta que está por renunciar, pida las fuerzas que otorga nuestro amado Dios. 

El apóstol Pablo escribió: “...saca fuerzas del generoso amor que Dios nos da por medio de Cristo Jesús” y añade a continuación: “Cuando un atleta participa en una competencia, no puede ganar a menosque obedezca todas las reglas” (2 Timoteo 2:1, 5. Nuevo Testamento versión La Palabra de Dios para todos)...

Adelante. Los vencedores no se rinden. Es cierto que tropiezan y pueden sentir desánimo, pero se levantan y reemprenden el camino. Y en su condición de cristiano, la recomendación es la misma. Si falló en algo, no se amilane, levántese y comience de nuevo. Una vida de testimonio, victoria espiritual y personal, se construye día a día, con la mirada puesta en Jesucristo, no en la aprobación o críticas de quienes nos rodean.

Mi Princesa... CUIDA TU LENGUA


Mi Princesa... NUNCA ES DEMASIADO TARDE


sábado, 10 de junio de 2017

DIOS OYE A LOS NECESITADOS

... ¡REANÍMENSE USTEDES, LOS QUE BUSCAN A DIOS!
PORQUE EL SEÑOR OYE A LOS NECESITADOS... Salmos 69:32-33



DÍA A DÍA DIOS LLEVA TU CARGA

BENDITO SEA EL SEÑOR, NUESTRO DIOS Y SALVADOR, QUE DÍA A DÍA SOBRELLEVA NUESTRAS CARGAS. Salmos 68:19 (NVI)


Mi Princesa... VÍSTETE CON DIGNIDAD REAL


Mi Princesa.. TU ERES MI DELEITE

El diccionario describe la palabra deleite como procedente del verbo deleitar y está vinculado a un placer del ánimo. Aquello que produce deleite genera satisfacción, goce, agrado o dicha.
Por ello podemos interpretar que nuestro Papá Dios se agrada y se alegra de nosotros sus hijos; que maravilloso es comprender que tu y yo le producimos gran alegría.



domingo, 4 de junio de 2017

AÚN CUANDO PIENSAS QUE ERES INSIGNIFICANTE


EN DIOS NO EXISTEN CASUALIDADES


3 veces al dìa


PERDONA SEÑOR MIS FALTAS

Tardó veinte años en reconocer su error. Lo hizo el día que le notificaron sobre la retención de su hijo. Chocó una moto contra el amplio ventanal de una cafetería.
Tres personas resultaron heridas. El muchacho quedó bastante golpeado. Iba embriagado. La noche apenas caía sobre la ciudad. En su aturdimiento, no sabía qué le había ocurrido.

Ese día, camino de la estación policial, recordó la crianza. Nada buena para el jovencito. Volviendo atrás, como en una película, reflexionó que pudo estar más cerca de los problemas del hijo. Pero se negó. No quería admitir la realidad de lo que le rodeaba. Tampoco el impacto que generaban los malos tratos a los que lo sometió.

Admitió su culpa. Pudo haber cambiado a tiempo. Pero no lo hizo. Hasta que vio la gravedad del asunto. Y aunque parecía tarde, le pidió perdón. Lo hizo en la propia delegación policial. Sin importar cuántos curiosos estuvieran alrededor, apreciando la escena. Las circunstancias ameritaban que emprendiera un nuevo camino. Nada perdería con intentarlo.

Quien no admite sus errores, se estanca en el proceso de crecimiento espiritual y personal. Sólo quienes reconocen sus fallas, pueden emprender el camino de corregirlas y dirigirse a nuevos senderos de cambio.

Un análisis sencillo a este hecho ineludible, lo hizo el rey David. El escribió “¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado.”(Salmo 19:12, 13. Versión Popular “Dios habla hoy”).

No es nada nuevo. Se trata de una realidad que ha acompañado al hombre a través de la historia. Personas, que pese a incurrir en actos, palabras y gestos que atentan contra los demás, nunca lo reconocen. Pero podemos cambiar. Si nos disponemos, el primer paso es reconocer que fallamos y aplicar los correctivos. El segundo, pedir a Dios la fuerza necesaria para avanzar hacia ese cambio. ¡Animo! Usted puede...

Mi Princesa... TU ERES MI PRECIOSA HIJA


Mi Princesa... TU ERES UNA VERDADERA BELLEZA


MI DIOS... TÚ ERES EL VERDADERO AMOR




sábado, 3 de junio de 2017

¡NO SEAS RIDÍCULO! Eres tan solo un muchacho...

—¡No seas ridículo! —respondió Saúl—. ¡No hay forma de que tú puedas pelear contra ese filisteo y ganarle! Eres tan solo un muchacho, y él ha sido un hombre de guerra desde su juventud. 1 Samuel 17;33

Se dice que el centavo es la unidad monetaria más despreciada de los Estados Unidos. Muchas personas, si ven un centavo tirado en el suelo, ni siquiera se molestan en levantarlo. No obstante, algunas organizaciones de caridad están descubriendo que estas monedas pueden alcanzar sumas significativas, y que los niños son dadores generosos. Como dijo un participante: «Pequeñas contribuciones pueden marcar una inmensa diferencia».

El relato bíblico sobre David y Goliat describe a una persona, aparentemente insignificante, cuya confianza en Dios era mayor que cualquier otro poder que estuviera a su alrededor. Cuando David se ofreció para enfrentar al gigante Goliat, el rey Saúl dijo: «No podrás tú ir contra aquel filisteo» (1 Samuel 17:33). Pero David tenía fe en el Señor, que lo había librado en el pasado:
Jehová, que me ha librado de las garras del león […], él también me librará de la mano de este filisteo. —1 Samuel 17:37

David no padecía del «síndrome del centavo»: un sentimiento de inferioridad y de desesperación al enfrentar problemas abrumadores. Si él hubiese prestado atención al pesimismo de Saúl o las amenazas de Goliat, no habría hecho nada. En cambio, actuó con coraje porque confiaba en Dios.


Es fácil sentirse como un centavo en medio de un déficit de dos millones de dólares. Pero, cuando obedecemos al Señor en cada circunstancia, todo suma. En forma colectiva, nuestros actos de fe, grandes o pequeños, marcan una gran diferencia. Y cada centavo cuenta.



EL CORAJE APARECE CUANDO LA FE SE PONE AL FRENTE

MI ALMA TIENE SED DE TÍ; TODO MI SER TE ANHELA

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
    yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi ser te anhela,
    cual tierra seca, extenuada y sedienta.
2 Te he visto en el santuario
    y he contemplado tu poder y tu gloria.
3 Tu amor es mejor que la vida;
    por eso mis labios te alabarán.
4 Te bendeciré mientras viva,
    y alzando mis manos te invocaré.
5 Mi alma quedará satisfecha
    como de un suculento banquete,
y con labios jubilosos
    te alabará mi boca.
6 En mi lecho me acuerdo de ti;
    pienso en ti toda la noche.
7 A la sombra de tus alas cantaré,
    porque tú eres mi ayuda.
8 Mi alma se aferra a ti;
    tu mano derecha me sostiene.
9 Los que buscan mi muerte serán destruidos;
    bajarán a las profundidades de la tierra.
10 Serán entregados a la espada
    y acabarán devorados por los chacales.
11 El rey se regocijará en Dios;
    todos los que invocan a Dios lo alabarán,
    pero los mentirosos serán silenciados.

A VECES DIOS PERMITE QUE DERRAMES LÁGRIMAS


Realmente son 365 nuevas oportunidades?

Ayer primero de Enero de 2018, tomé una calendario del 2018, para cambiarlo por el calendario 2017. En el medio del calendario hay una cuad...