Cada vez que leo las siguientes palabras, llama mi atención hasta dónde alcanza la grandeza de nuestro Papa Dios, que hasta prepara personas capacitadas en el arte; por lo tanto a Él también le llama la atención este ámbito, sino lee Éxodo 35:30-35:
Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;
y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa.
Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan;
y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.
Piénsalo. Alguien así es raro… muy raro. Tal vez conoces a algunos que tienen la excelencia en lo que ejecutan (y que incluso hasta tienen la capacidad de ser creativos)… pero pocos tienen tales cualidades y además tienen el corazón adecuado para comunicar esa excelencia y creatividad a otros.
Ahhh…no sabes como desearía yo tener los talentos de Bezaleel!… soy uno que cree que la excelencia en lo que uno hace es la clave para cumplir el propósito que Dios nos dio en la vida. Pero además creo de corazón que aquellos que son capaces de enseñar a otros a tener excelencia permitirán que el impacto de la vida de uno perdure muchísimo más allá del momento de su muerte. Una madre que es excelente tiene un impacto en sus hijos… una madre que además de ser excelente les enseña a sus hijos a serlo tendrá un impacto en los hijos de los hijos de sus hijos. Un maestro de escuela dominical que es excelente en sus clases dejará huella en sus alumnos… pero sí les enseña a ser excelentes para el Rey, el mismo maestro dejará una huella en su sociedad. Sin temor a equivocarme puedo decirte que es igual en cada área del ministerio.
Quiero animarte (y animarme a mí mismo) a ser -al menos un poco- como Bezaleel. Hagas lo que hagas en la vida… procura hacerlo con excelencia. Pidámosle a Dios igualmente la capacidad de comunicar esa excelencia a quienes vienen tras nosotros.
Extraído de:https://ibvn.wordpress.com/2010/01/04/bezaleel-el-verdadero-ben-hur-unas-palabras-sobre-la-excelencia/
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